Edición Especial 2012

Madera de roble

Enigmática belleza

Ninguna otra madera refleja la enigmática belleza como el roble semifosilizado. Su conversión en una madera preciada y cotizada es un lento proceso dilatado en el tiempo. Su profunda y nudosa textura se asemeja a los tablones que flotan a la deriva. De hecho, estas extraordinarias piezas de madera estuvieron enterradas durante más de 8 000 años en marismas y pantanos alemanes. El descubrimiento de cada pieza es una cuestión de suerte y cada fragmento parece tener una misteriosa historia que contar.

El vellocino de oro, el tesoro de los nibelungos, El Dorado – ningún otro metal ha fascinado tanto a la humanidad como el oro: en todas las épocas y continentes el hombre se ha adornado con él y luchado en su nombre. Su denominación significa valor y dominio y expresa poder y amor. A principios de la Edad Moderna inspiró los increíbles viajes de aventuras de los exploradores que buscaban El Dorado, la legendaria tierra de oro.

Un hallazgo sorprendente 

El intenso granulado del roble semifosilizado, con una belleza sin artificios forjada a lo largo de miles de años, junto con el oro, que dota de un esplendor sobrenatural a las más bellas creaciones de la humanidad.

Las láminas de oro se superponen cuidadosamente a mano usando un cepillo de pelo de ardilla fino. Una ancestral técnica de más de 4 000 años de antigüedad que se remonta al Antiguo Egipto y que sólo algunos expertos dominan en la actualidad. Una artesanía tan extraordinaria que exige una especial maestría y sensibilidad.

Trabajada a mano por maestros artesanos

Se requiere un toque maestro y delicado para moldear la lámina dorada y extraer el granulado característico de la estilográfica de madera de roble semifosilizada.

Tras estudiar las antiguas técnicas venecianas de dorado y recibir el Premio al Diseño del Estado de Baviera, el restaurador y pintor eclesiástico Ernst D. Feldmann consiguió lo imposible: superponer capa a capa las láminas de oro de 24 quilates al cuerpo de madera de roble semifosilizada en un intrincado y artesanal proceso. Incrustado en resina, revela un abanico de reflejos reservado al oro más puro.

Extraordinaria presentación

Numeradas en el interior del tapón, cada una de las piezas se presenta en un exclusivo estuche de madera negra. El certificado con la firma personal de Ernst D. Feldmann acredita el baño en oro de 24 quilates de la madera de roble semifosilizada de 1 700 años de antigüedad y origen alemán, así como la limitación a 1 500 piezas.